Miércoles…tempranito, Puerto de la Cruz se despertaba con ese ritmo canario tan cadencioso que cuadra tan bien con el clima subtropical del archipiélago cuando nosotros estábamos entrando las instalaciones del Loro Parque…charlamos, reímos, comimos, aprendimos y, sobre todo, disfrutamos de un día enormemente aprovechado. Por cierto…el parque…IMPRESIONANTE.
