CIENTÍFICOS Y CIENCIA
NIVEL 1: Si tuviéramos que elegir a los tres científicos más ilustres de la historia, creo que no cabe duda de que entre ellos estarían Albert Einstein e Isaac Newton, pero para el tercer puesto tendría muchos candidatos, y uno de ellos podría ser Leonardo da Vinci. Inventor, pintor, ingeniero, médico, escritor, escultor, matemático, físico y químico. El intelecto de Leonardo permitió desarrollar importantes tecnologías, entre ellas, y debido a su fascinación por el mar, el primer traje de buceo.
¿Cómo era ese traje y con qué materiales estaba construido?
NIVEL 2: Marie Curie (1867-1934) y Pierre Curie (1859-1906), matrimonio de físicos franceses, han pasado a la historia de la ciencia al aislar un gramo del elemento radiactivo Radio. En 1903 compartieron con Becquerel el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de elementos radiactivos. Marie Curie fue la primera mujer en recibir un Nobel. Tras la muerte de Pierre, Madame Curie sigue sus investigaciones sobre los elementos por lo que en 1910, recibe su segundo premio Nobel, en este caso de Química. Los Curie tuvieron dos hijas, una de ellas también ganó un Nobel: Irène Joliot-Curie y su marido, Frédéric, recibieron el Premio Nobel de Química en 1935 por la obtención de nuevos elementos radiactivos. Pero Pierre Curie, antes de colaborar con su esposa en el estudio de elementos radiactivos realizó importantes trabajos en el campo de la física. Él y su hermano describieron el fenómeno de la piezoelectricidad y posteriormente él describió el principio por el que las sustancias magnéticas, a una cierta temperatura (conocida como punto de Curie), pierden su magnetismo, lo que ha permitido crear el sencillo motor termo-magnético de efecto Curie.
Sin duda una notable familia de científicos.
Sin duda una notable familia de científicos.
Explica cómo es el ciclo que permite el funcionamiento de este motor de efecto Curie.
NIVEL 3: Según cuenta la tradición, Arquímedes (287-212 a.C.) defendió su ciudad natal, Siracusa, empleando espejos cóncavos de gran tamaño (espejos «ustorios») para concentrar en un punto los rayos del Sol sobre los barcos enemigos y quemar las naves de los romanos. Científicos británicos realizaron un experimento para comprobar si era posible, y descubrieron que para que un barco se incendiara se necesitaba un espejo de 420 metros cuadrados, espejo que era totalmente imposible construir en su época.
Sin embargo, sí se ha demostrado la utilidad de los discos ustorios como reflectores de calor.
Explica en qué consistió el experimento que se realizó con estos discos parabólicos de metal en el siglo XIX y que ilustra la imagen.