Tras unas extenuantes horas de carretera llegamos a la Ciudad Imperial a la hora de la comida. Nos entregaron nuestras habitaciones y. tras el almuerzo, subimos (las cuestas eran terribles) a la parte antigua de la ciudad.
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En el autobús reinaba el buen ambiente |
Por tierras manchegas |
Paseando por Toledo |
Paramos en la puerta de la Bisagra y en la Iglesia de Santiago del Arrabal. Maribel, Cristina y Rafael nos explicaron cosas sobre las Tres culturas que convivieron en Toledo durante muchos siglos.
Subiendo aún más llegamos a la Plaza de Zocodover o como nosotros la conocíamos la plaza del Mc donald´s.
Desde allí bajamos un poco, por el arco de la sangre, hasta el museo de la Santa Cruz y el puente de Alcántara que, por cierto, es impresionante.
En el museo de la Santa Cruz |
Recorriendo las salas de pintura del museo |
El resto de la tarde-noche lo dedicamos a recorrer a pie el centro histórico mientras que Rafael nos hablaba del plano irregular, las callejuelas estrechas, y demás elementos de urbanismo.
Volvimos al hotel donde cenamos y nos retiramos a descansar tras una ardua jornada.
La mañana del 25, tras el desayuno y despejar nuestras habitaciones volvimos a subir al centro (esta vez por las escaleras mecánicas que resultaba que estaban muy cerquita del hotel) para visitar el museo del alcázar, el sefardí y la casa-museo de El Greco.
No nos dio tiempo a ver el monasterio de San Juan de los Reyes y sólo lo comentamos por fuera junto con la Catedral.
Algunas compritas, almuerzo y corriendo al autobús para volver a casa.
Junto a la Catedral |
Llegamos exhaustos a Arahal pero al mismo tiempo contentos con las experiencias vividas.