¡Hoy empieza el día con energía! Aún con los ojitos entrecerrados por el sueño, hemos madrugado para dirigirnos a una visita guiada por los Museos Vaticanos.
Ha sido una experiencia inolvidable y que soy incapaz de describir con alguna palabra más que “inefable” (algo tan increíble que no puede expresarse con palabras).
Entre esculturas, pinturas y cúpulas, hemos conocido un poco más sobre la historia de Roma en todas sus etapas.
Tras anécdotas que decidimos guardar para nosotros como nuestro mejor secreto (y animándoles así a pintar las suyas propias) hemos podido aprender con las exposiciones de nuestros compañeros María Rodríguez (sobre la Plaza de San Pedro), Alejandra Sánchez (sobre la basílica de San Pedro) y Jorge González (sobre la Piedad de Miguel Ángel).
Tras miles y miles de fotos hemos contemplado el castillo de San Angelo mientras estuchábamos algunas audioguías.
Ahora que el hambre empieza a asomarse nos dirigimos en búsqueda de algo que comer y así coger fuerzas para el siguiente turno.
Caminar por las calles de Roma nos ha enseñado la gran diversidad y maravillas que se esconden en cada rincón del mundo. Y como dijo San Agustín “el mundo es un libro, y quienes no viajan leen solo una página”.
Lucía Amador Fernández.







