Un curso más que empieza en el IES La Campiña lleno de expectativas nuevas y de propósitos maravillosos de mejora y esfuerzo a pesar de las difíciles circunstancias externas por las que atraviesa la educación pública en nuestro país.
Cabe recordar el curso que acaba de terminar para tomar conciencia de que el trabajo continuado que se viene haciendo por parte de la comunidad educativa del centro en estos años va dando sus frutos y son muchos los-as jóvenes que nos abandonan con sus títulos bajo el brazo, una formación sólida y un saber estar admirable. Ese es el verdadero éxito de la educación, no ya el 100% de aprobados en la PAU, el premio extraordinario de bachillerato, los mejores expedientes en las carreras, etc; se trata de buscar lo mejor de cada uno-a y así se podrá llegar a la excelencia con los excelentes, pero sin abandonar a ninguno-a por el camino.
Estamos convecidos-as de que merece la pena todo el trabajo que se hace a diario a pesar de que en la mayoría de ocasiones los fríos números no reflejan todo el esfuerzo y sacrificio que hay detrás del avance del alumnado. Sin embargo, el avance implica trabajo y sacrificio de todos-as por lo que se hace necesario recordar que todos-as debemos remar en la misma dirección, desde el Director hasta el último alumno-a de 1º de ESO.
No me cabe duda de que este curso será, al menos, tan bueno como el anterior porque el profesorado y el PAS son excelentes, el alumnado fantástico, las familias maravillosas y nuestras instalaciones están a la altura. Los mimbres están, así que, como decía nuestro ex-vicedirector … «¡Ea, a la pelea!».