Continuamos con la visita a las instalaciones de Matemáticas, donde José Antonio nos recibió para contarnos la importancia de las Matemáticas en nuestra vida diaria, sobre todo para evitar que nos engañen. Mucho pensamiento crítico muy necesario en la interesante charla de José Antonio, que se nos hizo corta y nos quedamos con ganas de más. Yo personalmente eché de menos algún truco de magia que hubiera puesto ya un broche redondo a las matemáticas útiles que nos presentó Jose.
De allí pasamos a Biología, mi antigua facultad, donde cada vez que voy disfruto mucho el poco tiempo que allí estamos. Pero antes otra sorpresa, ya que por el camino nos encontramos a Javi, Daniel y Raúl, tres antiguos alumnos del IES La Campiña, dos de los cuáles están haciendo el Grado de Biología. Las prisas del cambio de una facultad a otra hicieron que se me pasara sacarme una foto con ellos, pero otra vez que los veamos no se escaparán. No sabéis bien la alegría que da encontrarte a chicos y chicas que han pasado por nuestro IES, estudiando una carrera universitaria y comenzando su vida adulta, después de haberlos conocido durante todos sus años de adolescencia y haber contribuido aunque sea un poquito a su formación.
Ya en el edificio Verde de Biología pasamos a las instalaciones de Microbiología donde un grupo de estudiantes de últimos cursos y biólogos recién terminados habían preparado una pequeña muestra de muchas de las cosas que se estudian en la facultad: muestras microscópicas, restos de animales e incluso ejemplares enteros disecados o conservados en alcohol, así como una pequeña muestra de experimentos sencillos. Muy entretenida y motivante fue también esta visita y nuestros alumnos se lo pasaron genial. Yo por mi parte aprovecha para charlar con antiguos profesores a los que me da mucha alegría ver y saludar cada vez que voy por allí. Este año pude compartir este ratito con Paco y María Ángeles que me pusieron un poco al día de lo que se mueve por la facultad. También fue bastante motivador que algunos de los estudiantes de Biología nos recordara por habernos visto en el stand de Ciencia Pokémon de la Feria de la Ciencia del curso pasado.
Con esa buena sensación nos fuimos a Física donde nos hicimos una foto de grupo y pasamos a una serie de demostraciones con electricidad que un joven llamado Pablo hizo de manera bastante entretenida y divertida. Con la bobina de Tesla y la jaula de Faraday nos tuvieron bastante entretenidos y pasamos un rato muy bueno entre descarga y descarga. Los chicos se ofrecieron voluntarios para diversas pruebas, y también pasamos por ello Mariló y yo mismo.
Y tras esos momentos divertidos pasamos a la siguiente y última visita, la facultad de Química, donde mi compañera Mariló siempre tiene la misma sensación que yo cuando vuelvo a Biología. Ese sitio donde uno pasa tantos años importantes de su vida y de su formación al final acaba marcándote y los buenos recuerdos terminan por imponerse a los malos ratos y a las muchas horas de estudio invertidas bajo esas paredes. Allí en Química subimos, vía escaleras, a la quinta planta, donde nos hicieron varias demostraciones de cambio de color ácido-base, así como usando hielo carbónico, como en años anteriores, y nuestro alumnado tampoco tuvo problema para ofrecerse voluntario a ponerse la bata y experimentar.
Sobre las 13:20 terminamos y pasamos un ratito en el campus disfrutando del sol de ese día, mientras esperábamos al autobús que nos traería de vuelta a Arahal y Paradas. En esos momentos la valoración de todo el alumnado y de nosotros como profesores, fue bastante positiva, y es una lástima que no podamos venir todos los años, debido a la alta demanda. De hecho, este año a sabiendas de esto, hemos solicitado la visita también para nuestros alumnos de 1º de Bachillerato, pero ha sido imposible que nos lo concedan. Al curso que viene, a pesar de que no nos corresponda, lo volveremos a pedir, y hemos dejado dicho que si algún centro por lo que sea no puede asistir, nosotros estaremos encantados de ocupar su turno.