Durante los pasados jueves, viernes y sábado he tenido la inmensa fortuna de haber podido participar en la XVII Feria de la Ciencia de Sevilla, junto a mis alumnos y compañeros del IES La Campiña con el proyecto que nombramos como «Ciencia de tronos«. Dirigir un proyecto de tal envergadura no es sencillo, y los tres días de la feria suponen la culminación de casi un curso completo de intenso trabajo por parte de todos, y al final la experiencia ha sido, como en años anteriores, agotadora, pero muy positiva. Como ya hiciera el año pasado, hoy no podía perder la oportunidad de compartir por aquí lo que ha supuesto esta actividad para nosotros.
Ya son tres años consecutivos embarcándome en participar en una Feria de la Ciencia, y mientras tenga energías e ideas, seguiremos haciéndolo, a pesar de los muchos contratiempos. El año primer año que participamos lo hicimos con Ciencia Pokémon, mientras que el curso pasado lo hicimos con Anatomía Animada, que llevamos a cabo con mi alumnado de 1º de Bachillerato. Son estos mismos alumnos, que están en este curso terminando 2º de Bachillerato, los que hay llevado una parte del trabajo de la participación de este año, a pesar de que están preparando la PEBAU (antigua selectividad). De hecho, este era uno de los principales handicaps con los que tendríamos que lidiar, y por eso, desde que se me ocurrió el proyecto, el pasado verano, decidí ampliar las tareas a otros grupos y a otras asignaturas.
La serie de Juego de tronos estrenaba este año su última temporada, y de hecho, cuando se publiquen estas líneas, el último capítulo ya habrá finalizado, por lo que este era el año para elaborar un proyecto llamado Ciencia de tronos. Cuando el pasado verano diseñé nuestra participación siempre tuve en cuenta que probablemente la Feria de la Ciencia coincidiría con esta última temporada de la serie, por lo que mucha gente recibiría con mucho agrado nuestra propuesta. ¿Y en qué ha consistido?
Pues como en años anteriores en nuestra participación apostamos por la DIVULGACIÓN, con mayúsculas, que es tan importante como la INVESTIGACIÓN, puesto que en la sociedad actual creemos necesario que la ciencia salga de los laboratorios y llegue al máximo de gente posible. Y una feria de las ciencias es un lugar idóneo para divulgar. Conste que no dejamos de lado la investigación, puesto que para poner en pie nuestro proyecto divulgativo nuestros alumnos tienen que investigar, leer, elaborar materiales, probar ideas… en definitiva, hacer ciencia, aunque después la parte más manual, la parte de laboratorio, o la parte de investigación no se repita ni se manifieste en el stand, durante los días de la Feria. Muchos de mis alumnos llevan la ilusión de que podamos ganar algún año el premio al mejor proyecto que da el Centro de Investigaciones Científicas Cartuja (cicCartuja) al mejor proyecto DIVULGATIVO de la Feria de la Ciencia, pero se da la paradoja de que normalmente priman más la parte EXPERIMENTAL, que en nuestros proyectos de los tres últimos años no hemos incluido. Por mi parte pienso seguir apostando por la divulgación, puesto que el éxito en nuestras tres participaciones nos avala, a pesar de que no recibamos el preciado reconocimiento que tanto gustaría a nuestros alumnos. Me duele ver que mis chicos se esfuercen mucho, y comparen el gran éxito de público durante los tres días de duración, en los que el ritmo de trabajo en nuestro stand es muy elevado, mientras ven que otros proyectos, no tienen tanta afluencia de visitantes o tanta implicación como la de ellos, y después se lleven la desilusión de que no reciban ninguna mención, pero me sirve para enseñarles que lo que hacen no tiene que ser por «ganar», sino que el premio de la satisfacción de llegar a tanta gente y del trabajo bien hecho tiene que ser ya de por sí una recompensa. Es cierto que en la Feria de la Ciencia hay cientos de proyectos, la mayoría de ellos magníficos, pero tras pasar tres días en el recinto, puedo decir con orgullo que pocos son los centros cuyos alumnos se implican tanto como los del IES La Campiña.
Nuestra apuesta divulgativa de este año consistía en buscar la gran cantidad de detalles de la serie Juego de tronos en los que tiene que ver la ciencia, que aunque no lo parezca, por ser una serie de que mezcla elementos de fantasía medieval con mucha magia, contiene mucha ciencia que se puede encontrar sin rasgar demasiado. Por ello hemos querido tratar varias disciplinas científicas, aunque el trabajo principal lo hayamos hecho desde la asignatura de Biología:
1. BIOLOGÍA. DRAGONES. En este primer póster hablamos lo más completamente sobre la Biología de los dragones de Daenerys Targaryen. No faltaron menciones a la anatomía, fisiología y etología de estos animales.
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2. BIOLOGÍA. LOBOS HUARGOS. De nuevo abordamos la biología, esta vez centrándonos en los lobos huargos. Hablamos de lobos primitivos y actuales, centrándonos en su pelaje, en su anatomía, y su comportamiento.
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3. BIOLOGÍA. MIMETISMO. En este cartel hacemos un repaso por la vida del personaje de Arya Stark y conforme la vamos conociendo vamos comparándola con diversos seres vivos que usan el mimetismo para sobrevivir, al igual que ella lo usa de diferentes formas en cada etapa de su vida.
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4. MEDICINA. PSORIAGRÍS. La psoriagrís es una enfermedad ficticia de Juego de tronos, pero que cuyos síntomas y manifestaciones pueden estar basados en muchas otras enfermedades reales de nuestro mundo, que son descritas en este póster.
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5. GEOLOGÍA. VIDRIAGÓN. Toda la geología de Poniente está contada en este cartel. Desde el tipo de rocas que hay en cada parte del mapa, hasta la historia geológica que dio lugar a la formación de los continentes de Juego de tronos, pasando por la importancia de rocas como el vidriagón.
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6. QUÍMICA. TRONO DE HIERRO. Un cartel de química tampoco podía faltar, y aprovechando que el trono está hecho de hierro, hemos hablado de éste y su importancia en la fabricación de espadas, antes de que se usaran aleaciones como el acero. El acero valyrio y su comparación con el de Damasco y el toledano también son motivos de este cartel. Se habla de venenos, sustancias curativas y por supuesto también del fuego valyrio y su equivalente real, el fuego griego.
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7. BIOLOGÍA. GENÉTICA. Varios conceptos sencillos de genética con la excusa de los personajes de Juego de tronos se muestran en este cartel.
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8. HISTORIA. HISTORIA DE PONIENTE. Es el único cartel que no trata un tema científico, pero pensamos que tenía que haber un cartel en el que se comparen situaciones ocurridas en Juego de tronos con su equivalente o inspiración en hechos históricos reales.
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Tras explicar la carga científica que llevábamos en la cartelería me gustaría hacer referencia al resto de elementos que componían nuestra propuesta, puesto que creo que son una muy buena muestra del carácter interdisciplinar de Ciencia de tronos:
El Trono de hierro de Juego de tronos es uno de los elementos más llamativos y característicos de la serie, y son muchos los fans que en cualquier evento buscan una réplica de éste para sentarse en él y hacerse una foto. Nuestro presupuesto en nuestro centro, público, nada tiene que ver con el de los centros privados y concertados, muchos de los cuales pudimos ver en la Feria de la ciencia, puesto que colindaban con nuestro stand, pero no por ello íbamos a renunciar a contar con nuestro propio Trono de hierro, aunque fuera en una versión más casera. Y para ello desde primera hora tuve la suerte de contar con mi compañero y amigo José Manuel Camacho, profesor de Tecnología de nuestro centro, un profesional como la copa de un pino, pero sobre todo una gran persona, siempre dispuesto a colaborar y a ayudar a todo el mundo en casi cualquier proyecta que empredamos en el IES La Campiña. A principios de curso hablé con José Manuel y le planteé la idea, y él, que no es seguidor de la serie Juego de tronos, comenzó a informarse y a empaparse de todo lo necesario para realizar una réplica del Trono con material reciclado. Llegado el momento y tras la planificación de la elaboración con su alumnado de 1º de ESO de Tecnología, nos fuimos los dos a comprar un sillón de plástico para transformarlo en el sillón más codiciado de Poniente. Y tras un trabajo minucioso con un grupo de alumnos muy motivados consiguió terminar una réplica de cartón (cajas que nos cedían algunos comercios y embalajes de los tubos led con los que renovamos la iluminación del centro hace unos años) del Trono de hierro mas que digna, que ha causado sensación en la Feria. El remate al acabado del Trono, se le dio en el taller de Carrocería del Ciclo Formativo de Grado Medio que impartimos en nuestro instituto, donde el compañero Jose María López y uno de sus alumnos, José Manuel, además de la ayuda de otros compañeros como Javier Valverde, José Miguel Rangel y Miguel Duarte, le dieron las capas de pintura y fijación pertinentes. Pero el acabado final para que quedará mucho más realista y más parecido al de la serie Juego de tronos se lo dio nuestra compañera del departamento de Plástica Maribel Wanceulen, que lo dejó prácticamente idéntico. Vaya desde aquí mi agradecimiento a todos ellos.
Pero no queda ahí la cosa y el resto de los elementos del stand número 41 se lo debemos a mi amiga y compañera Cristina López, también profesora del departamento de Plástica, que con su alumnado de 4º de ESO fue la encargada de elaborar las réplicas de cuatro de las espadas de acero valyrio de Juego de tronos: Garra, Guardajuramentos, Hielo y Veneno de Corazón. También fueron ellos quienes hicieron todo el atrezzo de cartón y papel continuo para simular que nuestro stand era una fortaleza medieval, así como dos escudos con los emblemas de las cuatro casas principales de Juego de tronos y el rótulo de nuestro centro. El resultado tras el montaje fue espectacular y las fotos en el trono de hierro con el entorno simulando piedra, los escudos y las espadas han maravillado a la gente que pasó por allí. Muchas gracias también a Cristina y a sus chicos por este enorme trabajo.
Para rematar mis chicos de 1º de ESO, con su trabajo voluntario, bajo mi dirección y con muchas tardes que tuvimos que volver al instituto, elaboraron unas réplicas bastante resultonas de los huevos de dragón de Daenerys Targaryen. Pusimos uno de ellos incluso abierto para que se pudiera contemplar el interior y también añadimos un pequeño feto de dragón. Todo ello iba presentado en un cajón de madera simulada también elaborada con cartón reciclado a la que habíamos añadido pasto que nos consiguió mi padre.
Y una vez puestos en antecedentes paso ahora a realizar la crónica de lo que han supuesto esta ultima semana de preparación montaje y participación en la Feria de la Ciencia.
Martes 14 de mayo. El pasado martes fue el día que tenía que recoger los carteles de la imprenta para comprobar que todo estuviera en orden, aunque ya habíamos revisado mil veces los ocho carteles que íbamos a llevar. Tras ir a la empresa Jedarte, de Arahal, me entregaron los carteles, impresos en lona y con un tamaño de 90 x 120 cm, cortados como una banderola para dar un aspecto más medieval y todo estaba estupendo, excepto uno de los apartados del cartel de Historia que aparecía más oscurecido impidiendo que se leyera bien su contenido. Cuando así se lo hice saber a los encargados de la imprenta, Jesús y Daniel, inmediatamente me comunicaron que lo arreglarían esa misma tarde, y efectivamente así fue, ya que me entregaron una nueva impresión del cartel sin cargo adicional ninguno. Llevo tres años encargando la impresión de la cartelería a Jedarte y la calidad y el cuidado que ponen en sus trabajos es una garantía de éxito. Mi agradecimiento también al buen trabajo que hacen.
Miércoles 15 de mayo. El miércoles fue el día que teníamos previsto el montaje, así que por la mañana preparamos todos los materiales para después por la tarde poder llevarlos y dejar casi todo preparado para abrir el jueves. Para el transporte de las partes de cartón que simulaban el castillo y sobre todo para el Trono de hierro, contamos con la colaboración del Excelentísimo Ayuntamiento de la localidad. Tras varias conversaciones con nuestro alcalde Miguel Ángel Márquez, conseguimos que nos facilitara una furgoneta para llevar a cabo este transporte, así que a través del concejal de urbanismo, Javier Avecilla, el mismo miércoles teníamos la furgoneta en el parking del instituto con todos los materiales cargados y dispuestos para ser transportados los 45 km que nos separan de la capital. A las 5:30 de la tarde, José Manuel Camacho, Cristina López y nuestra compañera de Francés, Marisa Rodríguez, así como nuestro director Rafael Vergara, que también estuvo un rato, partimos para el Palacio de Congresos para empezar el montaje de nuestro stand. La nevera de Marisa además me vino de lujo no solo en aquel momento, sino en los días posteriores, porque así podíamos tener agua fresca durante los turnos de atención al público. Mucho calor, mucho sudor, risas, compañerismo y la satisfacción de ver la culminación del trabajo bien hecho, nos llevaron hasta las 9:30 aproximadamente cuando dimos por terminado el montaje. A falta de algunos detalles que terminaríamos a la mañana siguiente nos volvimos hacia Arahal mas que satisfechos. De nuevo mi agradecimiento a todos ellos por haber hecho posible esto.
Solo hubo una pequeña pega, y es que cuando teníamos casi montado el stand, me dirigí a la secretaría de la Feria para recoger las acreditaciones, documentación, pulseras, pegatinas de divulgadores y camisetas de mis alumnos. Resulta que este año la organización solo proporcionaba diecisiete camisetas por proyecto, lo cual era del todo insuficiente para nosotros que llevábamos un total de casi cien alumnos entre los tres días. Para solventarlo contactamos con Biobee, la empresa que realiza las camisetas para la Feria de la Ciencia desde hace tres años y encargamos el resto de las que nos faltaban, con un coste de unos tres euros que pagaron cada uno de los alumnos. Pues retiré todo lo que nos tenían que dar, pero a la hora de darnos las camisetas me dijeron que no, puesto que tenían anotado que no se había realizado el pago y por lo tanto no nos las tenían que servir. Extrañado, porque recordaba que nuestro secretario, Miguel Ángel Montero, había hecho el pago, lo llamé para que intentara rescatar un justificante de este, pero ese día me fui sin las camisetas. En cuanto Miguel Ángel me confirmó que efectivamente todo estaba correcto, llamé a la empresa de las camisetas y les dije que el fallo era suyo, y que nosotros habíamos pagado en su momento. Me pidieron disculpas y me dijeron que comunicarían la cuestión a la secretaría de la Feria para que por la mañana no hubiera problema con las camisetas…
Jueves 16 de mayo. Llegó el gran día y los chicos me esperaban en la puerta del instituto porque íbamos a salir a las 8:15. Mis alumnos de 1º de ESO y de 2º de Bachillerato subieron al autobús y se les notaba el nerviosismo propio de un evento de estas características. Los de 1º de ESO porque era la primera vez que iban a participar en una Feria de la Ciencia, y los de 2º de Bachillerato porque ya sabían lo que era ya que participaron el año pasado. Llegamos a FIBES y nos dirigimos a la puerta donde tras equipar a todos mis chicos con pulseras y con pegatinas pudimos entrar cuando aún quedaba casi una hora para abrir las puertas.
Una vez allí, organizamos los turnos, y terminamos de dejar el stand en condiciones para poder empezar a divulgar en cuanto diesen las 10:00 de la mañana, pero nos faltaba el detalle de las camisetas, las dichosas camisetas. Me dirigí de nuevo a secretaría y comuniqué mi conversación de la noche, a lo que me contestaron que ya estaba todo arreglado, y que habían recibido la comunicación, que me dirigiera al almacén donde me darían las camisetas, y así lo hicimos. Cuando llegamos allí, resulta que la chica encargada del reparto me dijo que no había recibido comunicación alguna y que no me daba las camisetas, y lo peor de todo es que por mucho que le insistía no se bajaba de su postura. Admiro que fuera tan celosa de las ordenes que le habían dado, pero me cuesta entender que no atendiera a razones, cuando yo había seguido todos los pasos correctamente, y el fallo de comunicación había sido de ellos. El resumen es que me tuve que volver al stand sin camisetas, con la consiguiente desesperación de los chicos que querían ponerse la equipación para estar listos en sus turnos. Me tuve que dirigir de nuevo a la Secretaría y tras pedirme mil veces disculpas me dijeron que ellos mismos me acercarían las camisetas al stand 41, cosa que efectivamente hicieron, aunque ya fueran las 10:15 y la gente había empezado a entrar en nuestro stand. Como pudimos repartimos las camisetas y pudimos al fin relajarnos un poco en ese sentido.
Como bien decía la gente empezó a llegar poco a poco, pero conforme iban pasando se acumulaban en nuestro stand. El Trono de hierro no dejaba indiferente a nadie y todos querían una foto en él. Muchos se asombraban de que ademas fuera perfectamente funcional y te pudieras sentar con total seguridad, pero a todos les encantaba sentados o de pie a su lado. El hecho de que lleváramos una capa de la Guardia de la noche y las espadas valyrias todavía le daba más valor a las fotos. Aprovechando ese éxito, mis alumnos estaban preparados para abordar a la gente que estaba esperando para la foto y aprovechar para explicarles los carteles o cualquier otra parte del proyecto, de manera que conseguimos evitar que se formaran colas, teniendo el stand siempre lleno y a los chicos repartidos en la realización de diferentes tareas. El día entero fue de un ritmo muy intenso en el que los chicos de 2º de Bachillerato se llevaron el peso de las explicaciones, mientras los de 1º de ESO se pegaban a ellos para aprender como explicarlos de la mejor manera, y realizaban sus propias explicaciones de la elaboración de los materiales, así como realizaban tareas de llamar a las personas que pasaban por allí a que entraran en nuestro stand. Fue una tarea altamente coordinada que hizo que durante todo el día los chicos respetaran sus turnos, teniendo tiempo para «trabajar» en nuestro proyecto y ver el resto de propuestas de la Feria de la Ciencia. Me acompañaban ese día en la labor de vigilancia y coordinación mis compañeros Maribel Flores y José Manuel Caparrós que estaban encantados viendo lo bien que marchaba todo.
Tuvimos visitas de un montón de personas desconocidas, pero también muchos conocidos, como mi amiga y compañera de profesión Paloma, que fue de las primeras en llegar y nos acompañó durante un buen rato, ya que tenemos muchos alumnos en común; o la visita de otra amiga y compañera, Tata, que venía de Merida, y es que fue en tierras extremeñas donde coincidimos hace ya 11 años, aunque parecía que nos habíamos visto el día anterior, por lo que me hizo mucha ilusión su visita. También estuvo mi amigo y compañero Carlos, con el que coincidí el año pasado ya que ambos formamos parte de un tribunal de oposiciones, cosa que une mucho.
Los alumnos de 3º de ESO (los que no participaban en el proyecto), vinieron de visita acompañados por sus profesores Teresa Fernández, Águeda Gallego y José Manuel Reillo, que los acompañaban, pasando también ellos por la foto del Trono, como era de recibo. Y que decir de la visita de Carmen, una ex-alumna a la que le tengo un cariño especial, puesto que se puede decir que ella fue la causante de que me animara a participar hace tres años por primera vez en una Feria de la Ciencia; o de la visita de Sergio, otro ex-alumnos de los que estuvo más implicado en el proyecto de Ciencia Pokémon, y que actualmente estudia el grado de Biología.
Hubo tiempo de risas, agobios, nervios, explicaciones, nerviosismo, ligues, calabazas…, y todos los chicos valoraron muy positivamente la experiencia de ese primer día de la Feria de la Ciencia, que terminó a las 19:00 cuando cerramos, recogimos y nos dispusimos a volver a Arahal, agotados, pero muy satisfechos por el buen trabajo realizado.
Viernes 17 de mayo. De nuevo tocaba ir a las 8:15, y allí estaba el siguiente turno de alumnos que iba a participar. En este caso les tocaba a los chicos de 4º de ESO de Plástica, de mi compañera Cristina, que habían elaborado los materiales; a los alumnos de 1º de Tecnología, de mi compañero José Manuel, que habían elaborado el trono; y a los alumnos de 3º de ESO de Geografía e Historia, de mi compañero Rafael, que habían elaborado el cartel de Historia. Os podéis preguntar qué pintan alumnos de Geografía e Historia en una Feria de la Ciencia, pero es que creo que la separación entre «letras» y «ciencias» esta ya muy desfasada y estos chicos se habían preparado a conciencia para explicar perfectamente lo su parte, así como todas las demás. Y de hecho lo hicieron perfectamente. Repetían también los alumnos de 2º de ESO que voluntariamente se habían ofrecido a participar en el proyecto. Tengo la premisa y lo repito muchas veces, que a aquellos alumnos que quieran implicarse y trabajar no hay que quitarles las ganas, y eso mismo pensé cuando incluí en el proyecto a Daniela, Marta, Lucía, Rafa y Cristina. Su labor ha sido fundamental en que todo salga a la perfección. ¡Mi agradecimiento también a estos chicos!
El único problema que tuvimos ese día es que nos faltaron 9 pulseras, pienso que de nuevo por un fallo de la organización, porque yo había enviado el número exacto de alumnos que llevaría y tras repartir las pulseras me faltaron esas. Tuve que acudir al control de acceso varias veces, puesto que algunos de los encargados de la entrada eran más estrictos que otros, y a pesar de haberlo comunicado a secretaría, de que habían tomado nota de la incidencia y de que llevaban las pegatinas de divulgadores, no había manera de que los dejaran pasar. He de decir, que quitando estos fallos, la organización de la Feria lo ha hecho espectacularmente bien, y durante estos dos primeros días recibí la visita de la directora de la Feria, así como de algunos miembros de la secretaría y del equipo de atención a los encargados de los proyectos, que me pidieron disculpas por los errores de las camisetas del primer día. También pasaron por el stand a disculparse los representantes de la tienda Biobee, que nos regalaron 8 camisetas más y se comprometieron a hacernos un descuento en futuras ediciones. Su gesto les honra y desde aquí les damos las gracias a todos ellos.
De nuevo la experiencia de ese segundo día fue espectacular y todos los alumnos valoraron muy positivamente todo lo allí vivido. También recibimos visitas «vip«, como fueron las de Lucía y Ana, hijas de mi amiga y compañera Raquel, así como de la propia Raquel y de Antonio, su marido. También los acompañaba Víctor Garzón, un compañero de fatigas, biólogo, al que tuve la suerte de conocer el año pasado, y con el que compartí muy buenos ratos en la Feria de la ciencia anterior. A todos ellos les tengo un cariño y aprecio especial, y me alegró mucho volver a verlos allí. Pasaron ese día también mucha gente de Arahal y Paradas, ya que algunos de los centros de nuestro pueblo llevaron a sus alumnos de visitas y los compañeros de Paradas habían montado su propio stand. El IES Europa de Arahal llevó a sus alumnos y pude saludar a Juan Francisco, profesor de Geografía e Historia y a mi sobrina María y a sus amigas. También pasó por allí mi compañero Andrés, que dirigía a los alumnos del IES San Albino de Paradas que participaban por primera vez. Me hizo mucha ilusión verlo allí a él y a sus chicos de 4º de ESO, porque muchos de ellos, al año que vienen pasarán a estudiar bachillerato en nuestro centro, y probablemente venga a la Feria de la Ciencia conmigo. Rafael López, director del IES San Albino que estaba echándole una mano a sus compañeros en su stand también vino a visitarnos. También me encontré con José Antonio, compañero biólogo en Estepa que había montado su stand frente al nuestro.
Durante la mañana recibimos la visita de algunas autoridades, entre las que estaba Antonio Muñoz, segundo teniente alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, que también se sentó en nuestro Trono de hierro. También estuvo Paloma, otra compañera bióloga con la que coincidí el pasado verano en el tribunal de oposiciones. Juntos además nos acercamos a saludar a nuestro compañero Carlos en su stand de la Ciencia de la feria. Nuestra «jefa» en aquellos tiempos, Inés, la presidenta de nuestro tribunal también pasó por la tarde, por lo que no pudimos coincidir los cuatro en el tiempo. Entre las visitas que me hicieron más ilusión estuvieron las de mi amiga Yolanda, que se acercó a pesar de disponer de poco tiempo para hacerlo; y la de Rafa, quien ha sido mi mano derecha durante mucho tiempo este curso, puesto que ha realizado las prácticas de último curso de Pedagogía bajo mi tutela en el IES La Campiña. Mis compañeras monologuistas Mariló y María también estuvieron rondando nuestro trono; y como no hacer mención al paso por allí de Pilar, que fue mi profesora en la Facultad de Biología, y Ana Marta, que fue mi alumna y ahora es alumna de Pilar. Tres generaciones de biólogos unidos por nuestra pasión por la Ciencia. Nuestro director, Rafael Vergara, junto a su mujer y sus peques pasaron por allí y disfrutaron de un buen rato con nosotros. Otros ex-alumnos que me encantó ver allí fueron Gonzalo, Julián y Andrea. Con Gonzalo he tenido buenas conversaciones sobre Juego de tronos, por lo que su presencia allí era inevitable, y Andrea está estudiando Biología y su pasión y entusiasmo por aprender son dignos de admiración. Yo siempre le digo que es una mini-yo en versión chica. Otro que no perdió la oportunidad de pasar fue Rafa Conde, quien ha sido mi mano derecha desde febrero en el instituto, donde ha hecho sus prácticas de Pedagogía. María, secretaria de nuestra AMPA El Esquimo, que colabora todos los años costeando la cartelería del stand, también pasó a sentarse en nuestro Trono. Otros ex-alumnos de La Campiña, como Inés y Jose, y de nuevo Carmen, y también Laura, estuvieron también allí esa tarde, y también lo hizo Andrés, un ex-compañero profesor de nuestro centro. Jonathán y Rafa, otros dos amigos y compañeros de nuestro centro, con sus respectivas familias estuvieron al final de la tarde disfrutando de un buen rato de Ciencia de tronos. De nuevo, a todos tanto conocidos, como anónimos os doy las gracias desde aquí.
Una de las visitas más esperadas del día fue la de Carlos, biólogo en ciernes, que ya el año pasado estuvo conmigo en el stand, y que este año nos trajo varias crías de dragón, o lo que es lo mismo lagartos; mantícoras, o más bien dicho mantis, e incluso una pitón. Carlos es una persona sorprendente, un apasionado de la divulgación y del mundo animal, y su colaboración este año ha sido breve, pero muy interesante. Muchos curiosos apartaron su atención del llamativo Trono de hierro para acercarse a que Carlos les mostrara y explicara sus animales. No puedo dejar de mencionar aquí a mis compañeros Cristina López y José Manuel Camacho que fueron los que me acompañaron durante todo el día. ¡Muchas gracias compañeros!
De nuevo vuelta a casa sobre las 19:30, y en el autobús los chicos valoraron muy bien la experiencia de ese día. La jornada había vuelto a transcurrir sin incidencias y con una mayor afluencia de público si cabe que el día anterior y nuestros alumnos del IES La Campiña dieron la talla de forma sobresaliente. Mi enhorabuena a todos.
Sábado 18 de mayo. Y llegó el último día, el que yo enfrentaba con mayores miedos, por varias dificultades añadidas. En primer lugar el agotamiento de los chicos que volvían a ir y ya habían estado los días anteriores, que no eran mucho pero si muy valiosos; en segundo lugar el hecho de que iban menos alumnos. De los 55 que fueron los primeros días, para el sábado solo podía contar con unos 32, y casi todos ellos eran alumnos de 1º de ESO. Del grupo de 2º de Bachillerato solo vino Elisabeth, que se ofreció voluntariamente e hizo una labor de supervisión maravillosa durante todo el día, y de los alumnos voluntarios de 2º de ESO solo estuvieron Rafa, Lucía y Cristina, y aunque los tres se portaron fenomenalmente, quiero hacer una mención especial a Rafa, que se convirtió durante los tres días de la feria y casi durante todas las horas en mi mano derecha (la Mano de la Mano) y me descargó de un montón de trabajo de coordinación, de reparaciones, compaginándolo con explicaciones y con una presencia y saber estar intachables. Yo no lo doy clases este año ni a Rafa, ni a Lucía, ni a Cristina, pero haré todo lo posible porque se les reconozca positivamente en sus notas la participación en la Feria.
Nada más llegar por la mañana nos hicimos una foto de grupo, cosa que se me olvidó los días anteriores, y quizás por el hecho de que el sábado se empezara un poco más tarde, a las 11:00 en vez de a las 10:00, las visitas comenzaron a llegar más escalonadamente y pudimos hacer frente bastante bien a la demanda. Los chicos más jóvenes contaban con el importante handicap de que ellos no habían participado en la elaboración de la cartelería y ahora tenían que enfrentarse solos a las explicaciones, pero lo hicieron estupendamente. Entre las lecciones que recibieron en clase los días previos a la feria y el entrenamiento recibido por su participación los dos días anteriores, hicieron un papel bastante digno a mi parecer, a pesar de que algunas explicaciones no fueran tan profundas como las que pudieran dar los alumnos mayores. Hubo varios roces entre algunos alumnos por la tarde, y algunos intentos de escaqueo, pero en general pude neutralizar todos esos conatos de crisis antes de que fueran a más. El cansancio ya empezó a hacer presencia por la tarde, pero en algunos casos llevábamos casi 36 horas en 3 días dándolo todo por la ciencia y la divulgación.
Las visitas que recibimos ese día fueron sobre todo de familias, y de chicos y profesores de los otros stands que aún no habían pasado por nuestro Trono. De los primeros en llegar fueron mi amiga Isa, Ari y sus peques, con la que estuvimos planificando algunas actuaciones futuras para llevar a cabo en nuestro pueblo, por supuesto relacionadas con la ciencia. Los padres y hermanos de algunos de nuestros alumnos también aprovecharon que era sábado y nos visitaron, como fue el caso de la familia de Natalia o la de Carmen, que estuvieron por la mañana. Una chica inglesa que pasó por allí y nos dijo que no habla muy bien nuestro idioma, pero lo entendía estaba leyendo los carteles, y ni corta ni perezosa, nuestra alumna Carmen, de 1º de ESO, estuvo explicándole algunos carteles en inglés, y fue por iniciativa propia. Ese es el nivel de la mayoría de los chicos de nuestro centro, y por eso nos sentimos tremendamente orgullosos de ellos. Mi compañera de carrera y ahora compañera en la docencia, Elena, junto con su marido Joseba, también estuvieron allí un ratillo, y pude compartir con ellos un buen ratito en el stand. Lo mismo ocurrió con Juan Diego, compañero de Informática de mi centro, que se sentó en el Trono con su familia. Varios ex-alumnos también estuvieron el sábado en el stand, como fue el caso de José Antonio, que causó sensación entre las niñas que tenían que explicarle, o también Miguel Ángel, o el caso de Ángela, cuya hermana, Julia era una de las chicas de 1º que mejor labor de captación de público hizo, junto con otra de mis alumnas también llamada Ángela. La madre de Julia, María Luisa, compañera de Matemáticas en nuestro instituto también pasó por allí, junto a su marido para ver de primera mano la labor que estaban haciendo su hija y los demás chicos de 1º A. Otros profes y maestros conocidos que nos hicieron una visita y con los que estuve un rato charlando fueron Pilar y Jesús, Manu y Edu, mi compañero monologuista Anastasio, Mari Carmen, Fernando, Paco y alguno que otro más que seguro que me dejo atrás, pidiendo disculpas por ello.
Por la tarde pude escaparme un ratito para visitar el stand de mi amigo Israel García, con sus alumnos del IES Torreblanca que me explicaron magistralmente varios trucos con espejos. Los chicos de Israel, alumnos en muchos casos en riesgo de exclusión social, hicieron una labor de divulgación elegante, certera, y con una educación y saber estar que muchos de otros centros supuestamente mejores quisieran. Y no miento cuando digo que me emocioné al conocer las historias de inmigración que había tras algunos de aquellos chicos. Tras felicitarlos a ellos y a Israel, me despedí muy orgulloso de conocer a gente tan increíble como este profesor de Matemáticas con el que me crié en la calle Miraflores de nuestro pueblo, Arahal; con el que compartí muchas horas de diversión y estudio en el instituto; y con el que conviví en la residencia de estudiantes mientras estudiábamos nuestras respectivas carreras en Sevilla. ¡Gracias por la gran labor que realizas Isra!
También visité el stand de la Facultad de Biología, donde de nuevo me reencontré con Pilar y Ana Marta, que explicaron lo que allí tenían a algunos de mis chicos de 1º de ESO. Me encantó verlos disfrutar con la biología a todos ellos.
Y al final de la tarde llegó la visita que más ilusión me hizo ese día, la de mi mujer, Macarena y mis hijas, Irene y Marta, acompañadas por mi sobrina María, que repetía en la feria tras haber venido el día anterior con sus compañeros de instituto. Nos hicimos las pertinentes fotos en el Trono y con los huevos de dragón y varios de mis alumnos les explicaron los carteles, tras lo cual se dispusieron a dar una vuelta por el resto de la Feria de la Ciencia. Hasta nervioso estaba yo por estar a la altura durante la visita de tan importantes personalidades (para mí, claro).
Aguantamos hasta el final, como nos indica la organización a todos, incluso cuando vimos como otros stands habían desmontado incluso una hora antes. No sé si la organización permite que gente que venga de lejos, como los chicos de Almería que ganaron el premio de cicCartuja, puedan recoger antes, porque evidentemente les queda un largo camino por recorrer, y es lo justo, pero que gente de la propia capital tenga los stands vacíos antes de tiempo me parece una gran falta de respeto a la organización y a todos los demás. Nosotros comenzamos a desmontar nuestro stand a las 20:00 en punto y en una media hora aproximadamente lo teníamos todo listo para el transporte. Una foto de grupo a la salida del pabellón por donde cargamos la furgoneta, nos sirvió de despedida. De nuevo nuestro compañero Jose Manuel Camacho fue el encargado de llevar el vehículo con el que transportamos el trono y todo lo demás de vuelta al instituto, mientras yo me volvía en el autobús con los chavales, que lejos de estar agotados todavía tenían energía para risas y juegos en el viaje de vuelta.
Durante los últimos días posiblemente me hayáis visto con cara de estar atacado de los nervios, con cara de estresado, con cara de alegría, o de euforia, e incluso de preocupación… pero nada de eso importa, porque yo he podido ver las caras de satisfacción, de orgullo, de alegría, de valentía, de sabiduría, de superación… de mis chicos y chicas, que lo han dado todo durante la elaboración y realización, desde el principio de curso, y durante los tres días que hemos participado físicamente en la Feria de la Ciencia. Los buenos momentos vividos en el stand 41 de esta 17ª Feria de la Ciencia serán muy difíciles de olvidar, y me los guardo junto con los de los dos años anteriores. Ahora le hemos dado una buena vida al stand, montándolo en el IES La Campiña, donde permanecerá un tiempo. MUCHAS GRACIAS A TODOS. OS QUIERO 3000.