La mañana del miércoles amaneció estupenda y nuestro alumnado se levantó preparado para iniciar un gran día de actividades que disfrutarían tanto o más que el anterior.
Por la mañana tomamos un reponedor desayuno en el comedor del camping y a las 10:00 nos montamos en el autobús para desplazarnos hacia el destino de nuestra primera actividad.
Llegamos al Hoyazo de Níjar o Cráter de la Granatilla donde nos dispusimos a realizar un taller de gemas. En el sendero hacia los restos del domo volcánico, nuestros alumnos recogieron fragmentos de minerales y rocas magmáticas. Sobre todo fueron granates (que dan nombre al cráter), aunque también se recogieron biotitas, cuarzos y cordieritas.
Tras recorrer el sendero y recoger muestras, paramos en la zona del cráter para realizar el taller, en el que moldearon diferentes formas para realizar collares en los que incrustar los cristales recogidos por el camino.
Iniciamos el camino de vuelta centrándonos también en la flora de la zona y aprendiendo los usos del esparto en tiempos pasados. Gracias a nuestro guía José Manuel, que también nos había acompañado en la jornada anterior por Tabernas, aprendimos a trenzar una cuerda con hojas de esparto. En su elaboración colaboró gran parte de nuestro alumnado, que después pudo saltar a la comba con dicha cuerda.
A las 13:30 h. nos subimos al autobús para volver al camping para almorzar. Después del almuerzo, tuvimos un poco de tiempo para darnos un refrescante baño en la piscina. Darse un baño casi en noviembre ha sido todo un placer.
El autobús de nuestro chófer Pepe, que es uno más de la expedición, nos esperaba a las 16:00 h. para llevarnos al Cabo de Gata, donde volvimos a tener una tarde estupenda de senderismo y disfrute de la naturaleza. Desde allí estuvimos conociendo diferentes formaciones características de la costa. Terminamos en el Arrecife de las Sirenas, donde pudimos contemplar la puesta de Sol rodeados de un silencio solo roto por el sonido de las olas de mar y de las aves que nos sobrevolaban.
Desde allí, retornamos al punto de partida para volver en nuestro transporte al camping, donde pudimos ducharnos y cenar. Tras ello, algunos alumnos aún tuvieron fuerzas para practicar deporte en las pistas deportivas, mientras otros contaban historias. A las 12:00 h. nos fuimos a descansar pensando en las actividades que realizaríamos al siguiente día.
De nuevo, al igual que en el día anterior, hemos disfrutado de una jornada magnífica.