«Y Dios descansó el 7° día» pero a nosotros el séptimo día nos pilla en lunes, así que ¡nos inventamos una nueva actividad que ni estaba en el planning! Bath, ciudad balneario declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, está a sólo 25km de Bristol, así que no podemos perder la oportunidad de visitarla.
¡Esto si que es reciclar y reusar! |
Esperando a entrar en los Baños Romanos con la Abadía de Bath al fondo |
Nos levantamos temprano y cogemos uno de los primeros buses de la mañana para aprovechar al máximo el día. Tenemos reservada la visita a los Baños Romanos a las 10 y nos llevará aproximadamente entre 2 horas y 2 horas y media.
Atentos a las explicaciones de la audioguía |
Restos humanos hallados en las excavaciones |
¡Pues sí que hemos madrugado! Las calles de Bath están vacías y es un auténtico privilegio caminar por ellas y admirar su belleza. Los edificios de arquitectura Georgiana datan del siglo XVIII y bañan la ciudad de su característico color miel. La construcción de los Baños Romanos , sin embargo, se remonta al siglo I d.C aunque fueron descubiertos bajo el suelo a finales del siglo XIX.
Cada uno de nosotros hacemos la visita a nuestro ritmo escuchando las explicaciones de la audioguía. Las instalaciones albergan además de los baños, un museo con los restos arqueológicos encontrados y el manantial sagrado, de donde emana el agua caliente a 46 °C. Los Baños Romanos se componían de un Caldarium (una especie de sauna), un Frigidarium (baño de agua fría), un Tepidarium (baño de agua templada), además de un templo dedicado a la diosa Minerva.
Pulteney Bridge |
Este tour permite al visitante llegar a conocer el acto social por excelencia que era el baño en tiempos romanos. Durante todo el recorrido, diferentes proyecciones dan vida a los personajes de la época y reconstruyen todo el complejo, dándonos una clara idea del aspecto y de la función que cumplía cada uno de los elementos que vamos encontrando.
Assembly Rooms |
Tras los baños romanos, Pedro nos guía una vez más y nos lleva a los lugares más representativos de la ciudad. Vemos Pulteney Bridge, que aparece en la película de Les Miserables, las Assembly Rooms (club social de la alta sociedad de la época) the Circus y the Royal Crescent (construcción circular la 1a y semicircular esta última de casas con arquitectura Georgiana).
Con esto termina nuestra visita a esta preciosa ciudad balneario y volvemos a Bristol, donde aun siendo domingo, la mayoría de los comercios están abiertos y los chicos pueden seguir haciendo lo que probablemente más les gusta: ir de compras.
Royal Crescent |
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Crónica y fotos de Gloria Campaña, profesora de Inglés del IES La Campiña.