Hoy es un día muy especial para nosotros. Después de 9 años realizando viajes de Inmersión Lingüística, por primera vez tenemos la oportunidad de contactar con un instituto de secundaria británico para realizar una actividad conjunta.
Nada más llegar, nos recibe Andrew Cleeter, profesor y jefe del Departamento de Lenguas Extranjeras, quien muy amablemente nos conduce a un enorme aula donde esperamos la llegada de los alumnos ingleses. Cuando esto ocurre, los alumnos se mezclan para poder interactuar en los dos idiomas con unas actividades que hemos preparado.
Aunque al principio, todos los chicos se encuentran cohibidos y sienten timidez, poco a poco podemos observar cómo el ambiente se relaja y todos interactúan por medio de la actividad o simplemente iniciando conversaciones de su propio interés.
Tras dos horas de charlas y risas, tenemos que marcharnos, pero muchos de nuestros alumnos aprovechan para intercambiar cuentas de Instagram o números de teléfono para poder seguir en contacto con estos nuevos amigos ingleses. Todos estamos muy satisfechos y con un buen sabor de boca, nos marchamos hacia el bus que nos llevará a otro de los destinos más esperados del viaje: Oxford.
Al llegar a esta famosa ciudad universitaria, lo primero que hacemos es visitar Christ Church, una de las facultades o colleges de la ciudad que además de albergar la catedral de Oxford en su interior, cuenta con las escaleras y el Great Hall o comedor que fue escenario de todas las películas de Harry Potter. Muchos de nuestros chicos son fans del famoso aprendiz de brujo de Hogwarts y no pueden contener su emoción.
Tras esta visita, tenemos una hora de tiempo libre ya que no hemos almorzado aún y además la mayoría estaban esperando esta viaje para hacer sus principales compras.
Una vez acabado el tiempo libre nos reunimos con Pedro y Sergio, que nos llevarán a completar el tour por la ciudad. Vemos por el exterior la Bodleian Library, biblioteca que posee una copia de todos los libros que se publican en el Reino Unido, el puente de los suspiros y el teatro Sheldonian. Una vez más, el sol se pone durante nuestra visitas y podemos ver esta preciosa ciudad con una nueva luz, la de sus bonitos colleges (o facultades) iluminados.
Es hora de volver a casa. Son casi dos horas de camino y, aunque muy satisfechos por el intenso día de hoy, estamos agotados.